Sons de la terre

viernes, 17 de junio de 2011

¿?

Soy una acérrima defensora de las ceibalitas como herramienta, y estoica me banco muchos de los embates que ha sufrido éste proyecto. Me pongo en el lugar de un extranjero, como Diego, y sí, debe ser muy extraño enterarse de lo que no sucede con las xo.

Forma parte de nuestro ser uruguayo, llegar tarde, dejar todo para último momento, hacer las cosas a las ponchadas, y a manijasos, ver el vaso medio vacío (y no medio lleno), y tantas otras cosas más.

El cabo de Santa Maria de Onetti es menos surrealista que la realidad uruguaya. Lo sigo sosteniendo. Todos atesoramos un anecdotario colmado de historias inverosímiles las cuales sostenemos sólo suceden aquí, por lo que no nos extrañamos de lo que acontece en nuestras aulas.

"Uno se acostumbra a todo, menos a no comer", y así laburamos, un día sí, y el otro también, sin preguntarnos el ¿porqué? de muchas carencias, las cuales sobrellevamos más por costumbre, que por otra cosa.

El "habría que indagar que es lo que pasa" me invita a no sólo sobrellevar ésta situación, así que amigos, voy a investigar.

1 comentario:

  1. Hola Andrea,

    Se me había escapado este post tuyo... A pesar de ser extranjero, podría decir que lo que relatas es increíblemente cercano a lo que yo mismo he visto en mi país. Nosotros también estamos llenos de relatos ante los cuales decimos "eso sólo pasa en Colombia", o que nos permiten confirmar que nuestra realidad es más 'macondiana' que el mismo Macondo de García Márquez... También solemos decir que "en todas partes se cuecen habas"... :-)

    Por diversas razones, en los últimos años se me ha ido generando un sentido de *urgencia* frente a la situación en la que estamos a nivel planetario. Tal vez porque vivo en una ciudad demasiado grande, o tal vez porque estoy expuesto a cierta información... Lo cierto es que, ante el panorama que percibo, aprovechar los computadores (en todo su potencial) puede ser clave para nuestra propia supervivencia en el mediano plazo. Por eso mi interés en el sentido de lo que hacemos (como lo sugiere Wesch en su artículo Anti-enseñanza).

    Por otro lado, poco a poco se cansa uno de escuchar en los eventos los mismos casos de éxito que se repiten una y otra vez. Digo que me canso porque, habiendo estado en muy distintos roles dentro del sistema, sé que no todo es perfecto y que, en ocasiones, ver el vaso medio vacío es indispensable para seguir avanzando. Pienso que el equilibrio es importante en muchos sentidos, incluyendo este. Observar tanto lo bueno como lo malo, reconocer que es así, y pensar luego en cómo mejorarlo.

    Creo que eso explica en parte mi reacción frente a lo que no ocurre con las XO. Porque me temo que no es sólo un problema de Uruguay o de las XO, sino que está ocurriendo en todas partes. Así que mi sensación de urgencia termina por desbordarse en una entrada como la del otro día que, como decía en mi blog, no estaba en realidad dirigida a ti. Tú fuiste su catalizador... :-) Estas dudas me acompañan desde hace rato, en todo caso (y han aparecido en mi blog personal, no en el de ArTIC, con mucha frecuencia).

    Las dos últimas cosas que tocas son muy interesantes. Por un lado, ¿por qué nos acostumbramos? Es como si aceptáramos que no podemos estar mejor de lo que estamos (y aquí habría que discutir a qué nos referimos con 'estar mejor', por supuesto), que no es posible cambiar el status quo.

    Desde mi experiencia, sí es posible, y cada uno de nosotros puede hacerlo, poco a poco. Justamente indagando qué es lo que pasa, y tratando luego de hacer pequeños cambios que permitan a otros entrar en sus propios procesos de reflexión y de indagación. Tal vez no se trata de ser capaces de encontrar la respuesta, sino habilitar a cada vez más personas para que empecemos entre todos a buscarla. Me gusta pensar que de eso se trata el proceso que estamos viviendo.

    Por alguna razón, me he enganchado con este diálogo que estás (estamos) generando. Así que gracias por ayudarme a observar mis propias ideas! Es algo que aprecio enormenente! :-)

    Un saludo!

    ResponderEliminar